XIX Francés

Hijo de Alexandre Valbrun y de Cécile Morisot –tía abuela de Berthe Morisot (1841-1895)−, queda huérfano a la edad de dos años, y es acogido por un miembro de su familia materna, con quien pasa su juventud.

Se forma con los pintores Nicolas Gosse (1787-1878) y Antoine-Jean Gros (1771-1835), de quienes aprende la precisión del dibujo y el uso del color brillante y contrastado, así como el dominio del género del retrato aristocrático, que será una de sus especialidades. En 1817 ingresa en la École Nationale Supérieure des Beaux-Arts de París para completar su formación.

En 1824 es seleccionado para participar en el , beca que concedía el Gobierno francés a destacados estudiantes de bellas artes, considerada en ese momento el máximo galardón que un artista podía recibir. En 1831 debuta en el , en el que seguirá participando asiduamente hasta 1843, año en el que presenta La mort de Saphire, una de sus obras más destacadas.

Sus últimos años de vida se desarrollan en la más profunda miseria. Con cinco hijos de un primer matrimonio y ocho del segundo (dos de sus hijos y varios nietos serán artistas), sufrió grandes penurias económicas. A pesar de su delicado estado de salud, a partir de 1838 y hasta su muerte, sigue trabajando para poder sacar adelante a su familia, realizando encargos de temática religiosa para iglesias así como decorados para la ópera y para varios teatros parisinos. Fallece el 2 de marzo de 1852 en París a la edad de cuarenta y nueve años.