XX Mexicano

El joven García Ponce compagina sus estudios de arquitectura en la Universidad Nacional Autónoma de México y clases de pintura con el exiliado español Enrique Climent (1897-1980). Tras un viaje por Europa, donde entra en contacto con las vanguardias artísticas, se decide por la pintura, pero su obra reflejará huellas de  su condición de arquitecto. Quizás por eso el crítico Jorge Alberto Manrique lo califica como el “pintor de la pasión y el orden”. 

Unos inicios cubistas dejarán paso a un abstraccionismo geométrico. García Ponce ocupa un primer rango en la denostación del nacionalismo caduco y en la conquista de la abstracción por parte de los jóvenes pintores de la segunda mitad del siglo, corriente cuyo máximo defensor fue su hermano, el crítico Juan García Ponce. 

En 1959 se celebra su primera exposición en la Galería de Arte Mexicano. Un año después merece la Mención de Honor en el Salón de la Plástica Mexicana. En homenaje al artista, desde 2014 el Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán lleva su nombre y en sus salas se expone buena parte de su obra.