XIX Francés

Huérfano de padre a los catorce años, comienza su formación estudiando dibujo en la Academia Municipal de Bayona, dirigida por Jean-Baptiste Gallian (1783-1844). A principios de la década de 1840 decide dedicarse a la pintura y se instala en Burdeos para trabajar como aprendiz en el estudio de decoración del teatro de la ciudad.

En 1846 se traslada a París, y asiste a la academia del famoso pintor y profesor Thomas Couture (1815-1879). En 1848, por motivos económicos, tiene que dejar la capital y vuelve a Burdeos para retomar su oficio en el taller de decoración.

En 1852 se instala de nuevo en París, donde vivirá durante casi dos décadas. Se inicia una etapa de gran reconocimiento, que supone un nuevo punto de partida para su carrera artística. Ese mismo año debuta en el , en el que su participación será recurrente, obteniendo una mención de honor en 1861 y una medalla de oro en 1868. Su éxito, provocado principalmente por el interés que despiertan sus pinturas de temática española y orientalista, le facilita la venta de un importante número de cuadros, permitiéndole vivir cómodamente.

Gracias a esta situación tan favorable puede financiar sus estancias en España, lugar donde encuentra su verdadera inspiración. Realiza su primer viaje en 1856, visitando Madrid, para volver en 1860 al sur del país en busca de sus paisajes insólitos y su iconografía popular. Durante este viaje conoce Sevilla, Córdoba y Granada, tomando infinidad de apuntes, que le servirán de base para muchas de sus pinturas más importantes.

En 1871, afectado por la , se ve obligado a abandonar la capital para volver a Bayona. El retorno a su tierra natal significa la consolidación de su carrera profesional. Allí es nombrado director de la École de Dessin et de Peinture y conservador del Musée de Dessin et de Peinture, a la vez que imparte clases en su taller privado.

Durante esta etapa Zo obtiene importantes condecoraciones, entre las que destacan el nombramiento, en 1876, de Caballero de la de España, la Cruz de la , en 1880, o el grado de Chevalier de la , en 1886, muestra del gran reconocimiento obtenido tanto en España como en Portugal.

En 1888 deja Bayona para instalarse de nuevo en Burdeos, donde pasa la última etapa de su vida. Al año siguiente se convierte en director de la École Municipale des Beaux-Arts de la ciudad, abriendo en paralelo un estudio privado que goza de gran actividad y fama por su eficaz método pedagógico.

Fallece en Burdeos en 1901, a consecuencia de las heridas sufridas al ser atropellado por un carruaje de caballos.