Isidre Nonell

(Barcelona, 1872 − 1911)

Obras del autor
XIX-XX Español

Artista de temprana vocación, Isidre Nonell recibió las primeras enseñanzas de mano de los pintores Josep Mirabent (1831-1899), Gabriel Martínez Altés (1858-1940) y Lluís Graner (1863-1929).

En 1893 acudirá a la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, donde conoce a importantes artistas de su generación, formando parte del grupo conocido como La Colla del Safrà (el grupo del azafrán), que recibirá su nombre debido a la pintura rica en amarillos y ocres de los artistas que lo componían: Joaquim Mir (1873-1940), Ramón Pichot (1871-1925), Ricard Canals (1876-1931), Joaquim Sunyer (1874-1956), Adrià Gual (1872-1943) y Juli Vallmitjana (1873-1937).

A través de La Colla del Safrà se relacionará también con los integrantes de la vanguardia catalana reunidos en torno a Els Quatre Gats, encargándose de la ilustración de la portada del número 4 (marzo 1899) de su revista. Esta faceta de su trabajo había dado inicio inicio poco antes, en 1894, con la realización de sus primeros dibujos para una sección de La Vanguardia, a lo cual seguirían los dibujos en diversas publicaciones de carácter satírico y humorístico como L’Esquella de la Torratxa o Barcelona Cómica y −por mediación de  Miquel Utrillo−, en Pèl & Ploma y Forma.

Nonell vivirá en París desde febrero de 1897 hasta julio de 1898 y nuevamente desde enero de 1899 hasta finales de 1900. En la ciudad de las luces su pintura experimentará el incentivo de la modernidad, siendo el definitivo empuje para la creación de su estilo como pintor.

Con el comienzo de siglo, regresa a Barcelona, donde se dedicará de lleno a la pintura. Su obra se centra entonces en el retrato, principalmente de mujeres gitanas, temática que no será bien acogida por la crítica y el público, que preferían una pintura más amable y criticarán duramente al artista. Será una dura etapa para Nonell, aliviada en parte a partir de 1908 por su colaboración con la revista satírica Papitu, en cuyo seno encontrará reconocimiento a su arte.

La fortuna crítica y de público le llegará por fin en 1910, con una exposición en el Faianç Catalá impulsada y apoyada desde la redación de Papitu. Será un triunfo dulce pero efímero: el artista fallece en febrero de 1911, a la edad de treinta y ocho años. Tras una muerte tan temprana, la imagen de Isidre Nonell se engrandece, convertida a partir de entonces en una figura emblemática.

El estilo de Nonell evoluciona desde la influencia del posimpresionismo catalán hasta una pintura de gran expresividad y modernidad influida por el ambiente francés. Además de los más conocidos retratos de mujeres gitanas, su temática abarcará paisajes, bodegones y otro tipo de retratos y caricaturas.

La obra de Nonell se encuentra en grandes museos como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Museu Nacional d´Art de Catalunya, el Museu de Montserrat, el Museo de Bellas Artes de Bilbao y el Museo de Bellas Artes de Asturias.