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https://www.coleccionbbva.com/en/autor/rodriguez-de-guzman-manuel-2/
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autor
14015
Manuel Rodríguez de Guzmán
(Sevilla, 1818 – Madrid, 1867)
Obras del autor
XIX Español
Pintor romántico español, considerado el mayor representante de la
Escuela costumbrista de Sevilla
con el
Romanticismo
Movimiento cultural que se originó en Alemania y Reino Unido a finales del siglo XVIII como reacción contra la Ilustración, dando prioridad a la exaltación de los sentimientos y a la búsqueda de la libertad. Se extendió por toda Europa, surgiendo distintas tendencias según el país donde se desarrolló. El Romanticismo pictórico vivió su mayor apogeo en Francia entre 1820 y 1850, sucediendo al Neoclasicismo. Su objetivo principal fue oponerse a las normas de la pintura académica, rompiendo con la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas y apostando por una pintura más subjetiva y original. Entre sus características formales destaca el uso de fuertes contrastes lumínicos, la importancia del color sobre el dibujo y el uso de una pincelada impetuosa y espontánea, aumentando así la sensación de dramatismo de la escena. Sus máximos representantes fueron en Alemania Caspar David Friedrich (1774-1840), en Reino Unido John Constable (1776-1837) y J. M. W. Turner (1775-1851) y en Francia Théodore Géricault (1791-1824) y Eugène Delacroix (1798-1863).
y la visión exótica que en el extranjero se tenía del pueblo español y sus peculiares costumbres, nace la escuela costumbrista sevillana, que, a diferencia de la madrileña, se centra en la representación de lo folclórico y pintoresco, sin recurrir a la crítica social. En torno a su producción se desarrolla un mercado del arte potenciado por la creciente presencia de viajeros europeos en la España del siglo XIX.
. Recibe su formación en la Academia de Bellas Artes de Sevilla bajo la tutela de José Domínguez Bécquer (1805-1841), que le introduce en la pintura costumbrista, género por el que destacará a lo largo de su carrera.
En 1847, durante su etapa sevillana, es nombrado académico honorario de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría. En este periodo cultiva también el género histórico y religioso, participando en numerosos certámenes nacionales.
Asentado en Madrid a partir de 1854, alcanza cierta presencia en la corte, donde realiza algunos trabajos por encargo de la reina Isabel II (1830-1904), entre ellos un conjunto de pinturas costumbristas que reflejaban los diferentes modos de vida de las gentes de las distintas provincias del territorio español. Durante esta etapa en la capital recibe encargos del embajador inglés en España e ingresa en la Sociedad Protectora de las Bellas Artes, fundada por el también pintor costumbrista Antonio María Esquivel (1806-1857). A la vez colabora en la realización de la Galería de Retratos de los Monarcas, inspirada en la Francia de Luis Felipe (1773-1850), hecho que atestigua su destacado papel en el panorama artístico del momento.
A lo largo de su vida participa en numerosas ocasiones en la
Exposición Nacional de Bellas Artes
Exposición de arte oficial celebrada en Madrid desde la segunda mitad del siglo XIX, que marcaba las pautas del arte académico español del momento. Se estructuraba en cinco secciones: pintura, escultura, grabado, arquitectura y artes decorativas, siendo la sección de pintura el eje principal. A su vez, se otorgaban diversos premios: medallas de primera, segunda y tercera clase, y la medalla o premio de honor, también llamada mención honorífica. Fue uno de los acontecimientos artísticos más importantes a nivel nacional, convirtiéndose en medio esencial para cualquier artista que pretendiese obtener prestigio. Por su carácter conservador y academicista, se mostró poco receptiva a muchos de los movimientos emergentes, y a menudo las obras más innovadoras eran rechazadas o ubicadas en lugares secundarios (que acabaron denominándose "salas del crimen").
, recibiendo una mención honorífica en 1858 por su obra
Rinconete y Cortadillo,
inspirada en las
Novelas ejemplares
de Cervantes.