José Luis Zumeta

(Usurbil, Guipúzcoa, 1939 - San Sebastián, 2020)

Obras del autor
XX-XXI Español

El contacto de José Luis Zumeta con el mundo del arte se produce siendo aún adolescente. Con catorce años se inscribe en la Escuela de Artes y Oficios de San Sebastián y en los cursos de la Asociación de Artistas de Guipúzcoa. Este mismo año obtiene un empleo en Gráficas Valverde, que le dotará de un gran conocimiento de las distintas técnicas de impresión.

Determinante en su carrera es una estancia en París en 1959, durante la cual entabla amistad con otros pintores donostiarras y entra en contacto con las corrientes internacionales a través de artistas que influirán enormemente en la formación de su estilo: Pablo Picasso (1881-1973), Marc Chagall (1887-1985), Karel Appel (1921-2006), Willem de Kooning (1904-1997) y el
, especialmente uno de sus fundadores, Karel Appel (1921-2006). A su regreso a España, comienza a colaborar con el escultor Remigio Mendiburu (1931-1990) y tiene lugar su primera exposición individual en las Salas Municipales de Arte de San Sebastián (1962). Para entonces sus lienzos son ya abstractos y se caracterizan por su construcción mediante franjas horizontales de colores puros.

En 1966, dentro del
, interviene junto a diversos artistas guipuzcoanos de tendencia informalista en la creación del
, con el que expondrá hasta su disolución en 1969. Participa igualmente en otros intentos colectivos por vincular el arte vasco, de arraigada tradición local, con el panorama artístico internacional, como los
de 1972. Durante estos años da comienzo también su actividad como docente.

En cuanto a la obra de esta época, entre 1967 y 1968 destacan los relieves basados en la disposición de planos de madera, en los que aparece ya la experimentación con formas orgánicas y tonos luminosos. Estas características serán frecuentes en su pintura posterior, plasmándose en trazos más flexibles, ricos y complejos. Tras un periodo en el que las composiciones se ordenan y simplifican, y en el que predominan los fondos grises y matéricos (1975-1977), en 1978 tiene lugar un acercamiento al
. Su trabajo se tornará eminentemente figurativo −las piezas de Zumeta se encontrarán siempre a caballo entre abstracción y figuración− y abordará la crítica social. No será hasta 1989 cuando este se considere de nuevo abstracto.

A partir de la década de los ochenta se multiplica su actividad expositiva, entre la que sobresale la gran retrospectiva celebrada en 1990 en el Museo de Bellas Artes de Bilbao y en el Museo San Telmo de San Sebastián, en los que ya había expuesto en anteriores ocasiones. En los siguientes años su labor continúa en constante transformación y el autor se implica en los más variados proyectos, destacando su participación en el documental Izenik Gabe 200x133 (Sin título 200x133), que retrata su proceso creativo. 

José Luis Zumeta fallece a los ochenta y un años en su casa de San Sebastián. Hoy en día es considerado uno de los personajes fundamentales de la vanguardia artística vasca, y su producción −extensa y heterogénea, pero siempre fiel a la expresividad del color− imprescindible para superar el aislamiento y conservadurismo de la España de posguerra.