Sergi Aguilar

(Barcelona, 1946)

Horitzontal

1976

mármol negro

21 x 91,5 x 6 cm

Nº inv. 34176

Colección BBVA España



El trabajo del multifacético Sergi Aguilar desempeña un importante papel en la transformación escultórica que se da en España en el último tercio del siglo XX, que la conecta con el panorama internacional de renovación e indagación en su relación con el medio.

Nacido en el seno de una familia de orfebres, su obra se caracteriza por su delicadeza y armonía, con acabados perfeccionistas y formas geométricas que a menudo tienden a vincularse con el
o el
−se le ha llegado a denominar constructivista orgánico−, a la par que los significados que encierran la acercan también al
.

La obra Horitzontal pertenece a una etapa temprana (1973-1980) en la producción del artista, centrada en la experimentación sobre las posibilidades creativas de los materiales, para la que parte de la observación y el análisis de las formas de la naturaleza. En ella destaca el empleo del mármol negro de Bélgica, material que le brinda mayor rotundidad volumétrica y le vincula con el origen y la tradición escultórica clásica: Me pareció desafiante relacionar un material tradicional y una manera de trabajar clásica −la talla− con las ideas vanguardistas.

Se trata de obras de pequeño formato, conformadas por volúmenes cerrados y nítidos, con predominio de la horizontalidad y la axialidad, y marcadas frecuentemente por un desequilibrio. Es reseñable en estas piezas la influencia de la abstracción orgánica de Constantin Brancusi (1876-1957) y de las obras monocromas de Tony Smith (1912-1980).

Existe en ellas una relación de ida y vuelta entre geometría y naturaleza; se trata de, por un lado, geometrizar la naturaleza y, por otro, naturalizar la geometría. Realiza esta operación mediante la inclusión armónica de accidentes e irregularidades en volúmenes geométricos simples, dotando a las piezas de gran lirismo y capacidad expresiva, que las alejan de una fría abstracción.