Anónimo sevillano

Virgen

finales del siglo XVII - principios del siglo XVIII

madera policromada

119,5 x 71 x 77,5 cm

Nº inv. 38379

Colección BBVA España


Esta excepcional talla de la Virgen, realizada en madera de cedro, forma pareja con un Ángel también perteneciente a la Colección BBVA. Nos encontramos ante la representación de una Virgen de la Anunciación, magnífico ejemplo de la creatividad y acrecentada religiosidad que imperó en el panorama artístico español durante el denominado Siglo de Oro.

Aunque se desconoce al autor de la escultura, esta se puede vincular, por la traza y el estilo con que está resuelta, a la imaginería sevillana de finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII. Concretamente, se aprecian ciertas similitudes con la obra del sevillano Pedro Duque Cornejo (1678-1757). Nacido en el seno de una familia de artistas, aprendió el oficio en el taller de su abuelo, el escultor Pedro Roldán (1624-1699), algunos de cuyos procedimientos estilísticos asumió, como el espesor de los cabellos aparentemente mojados, la movilidad de los ropajes para marcar las diagonales, el tratamiento de los volúmenes y la expresividad de las figuras. Recibió influencias de su tía, la escultora María Luisa Roldán (1652-1706), más conocida como La Roldana, quien siguió las enseñanzas de su padre en la imaginería procesional, con un estilo similar en el trato del volumen y el movimiento de las figuras, a lo que se sumó su virtuosismo en el estofado y la policromía de las imágenes. Dichas cualidades se pueden observar en la talla y justificarían su vinculación con la
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La imagen de Nuestra Señora aparece arrodillada sobre una roca, con la mano derecha sobre el vientre, en alusión a la esperanza ante el anuncio de su próxima maternidad. Su rostro sereno, con la mirada baja, muestra su aceptación del servicio que Dios le encomienda. Va ataviada con una túnica decorada con incisiones y estofada con motivos florales en blanco, azul y rojo. El manto rojo que la cubre, engalanado con un cuello de armiño, presenta decoraciones de motivos vegetales.

Cabe señalar su parecido —en la posición de la figura, el movimiento de las manos, el tratamiento del cabello y la delicadeza del rostro— con la Magdalena de la Hermandad de la Vera Cruz de Salteras (Sevilla), que también se relaciona con el círculo de los Roldán y con Duque Cornejo.

La talla ha sufrido varias intervenciones a lo largo del tiempo, tal y como se ha confirmado durante el proceso de restauración realizado. Dichas intervenciones afectan a las carnaciones, tanto del rostro como de la mano, con repintes de mediados del siglo XIX y del XX sobre la pintura original, coincidente con el momento de la talla de la escultura. El manto conserva la policromía original prácticamente en su totalidad, pudiendo ser esta de la primera mitad del siglo XVIII, salvo en algunas zonas a la altura de los hombros y brazos que están redorados y relacados en el siglo XIX, al igual que la túnica, que presenta repolicromías de finales del citado siglo. Cabe destacar la extraordinaria calidad en la ejecución y estilo de las intervenciones decimonónicas, pues tratan de mantener la estética barroca en sus motivos vegetales resueltos mediante la técnica del burilado y el troquelado.