José Luis Fernández

(Oviedo, 1943)

El punto de las artes

1994

fundición en bronce patinado

37 x 15 x 15 cm

Nº inv. E00252

Colección BBVA España


La obra de este escultor asturiano refleja gran capacidad de asimilación. Resulta evidente su evolución en el estudio de la materia, en primer lugar como aprendiz en talleres de importantes escultores y, posteriormente, con la apertura de su propio taller de fundición en el que desarrolló una prolija cantidad de piezas de excelente calidad artesanal. El artista se aparta del trabajo industrial para trabajar directamente con la materia escultórica.
 
Su estilo evoluciona en sus inicios desde una cierta figuración, cercana a la de Henry Moore (1898-1986), para después ir progresando hacia la abstracción de la materia en base a su investigación sobre el vínculo entre lo sólido y lo hueco. Todo ello apoyándose en la utilización de cualquier material que tenga a mano y que maneja con un dominio envidiable, ya sea la piedra, la madera, el bronce, el hormigón, los plásticos, resinas etc., que utiliza para cualquier tipo de pieza, monumental o múltiple, en la que resulta evidente su gran creatividad y versatilidad artística. El mismo escultor alude a su compromiso personal con el espectador de ser capaz de transmitir, a través de sus obras, que la materia se convierte en vehículo para difundir una idea.
 
Esta pieza en bronce la realizó en 1994 para El punto de las artes, para convertirse en el trofeo que, ese mismo año, dicha entidad otorgó a Argentaria por su sensibilidad cultural. La pieza denota un equilibrio perfecto entre la masa y el vacío. Las dos curvas en ascenso se entrelazan entre sí formando en lo alto una cabeza femenina perfectamente modelada que contrasta con la abstracción del resto de la pieza. El acabado, muy equilibrado, resulta perfecto en su ejecución.
 
Unos años antes, a finales de la década de los ochenta, concibió el diseño de la estatuilla más famosa y codiciada del cine español, El Goya.