María Belén Morales

(Santa Cruz de Tenerife, 1928-2016)

Formas del silencio II

1981

Serie Formas del silencio

madera de caoba lacada y metal

210 x 291 x 41 cm

Nº inv. P06461

Colección BBVA España


Esta composición, perteneciente a la serie Formas del silencio, evidencia un momento concreto dentro del lenguaje conceptual de la artista. Se trata de una obra de madurez que muestra un conjunto de formas cerradas en torno a un núcleo central que lucha por abrirse paso, pero sin llegar a lograrlo del todo, como si fuerzas contrapuestas impidieran su expansión. 

La artista fue miembro fundador del grupo
, que buscaba nuevas maneras de expresión artística que rompieran con el indigenismo y otros tópicos establecidos por entonces en la isla de Tenerife, para crear un arte libre, sin censuras, alejado de la tradición imperante.

Parte del principio de que la forma es la que enriquece la materia y no a la inversa. Por ello utiliza materiales convencionales -como la madera y el bronce- que mezcla con otros industriales, para expresar mediante ellos un universo propio. En sus obras la fuerza no procede de la materia, sino del concepto que busca plasmar.

Obra de gran potencia, no sólo por sus dimensiones, sino también por el contraste cromático que logra mediante el uso de la madera y el metal dorado que perfila esas formas que vibran y gravitan sobre un intenso fondo negro. Composición en contacto directo con la naturaleza a través del uso de imponentes formas orgánicas que proporcionan un resultado dinámico.

En Formas de silencio II los elementos se abren sobre el núcleo central, como si se tratara de un par de alas que pugnan por echar a volar. La artista consigue en este mural dar una sensación de amplitud y espacio con una técnica que generalmente se concibe en bloque, y que suele resultar más maciza que etérea.

Ningún elemento existe por azar en las obras de María Belén Morales; todo es fruto de un proceso creativo minucioso y de la búsqueda de la perfección en el acabado. La artista controla cuidadosamente los tiempos de construcción de cada una de sus piezas, vive cada uno de los momentos de creación, en los que escultora y materia dialogan mientras se va fraguando la realidad tangible de lo abstracto en cada elemento.