Carmen Calvo

(Valencia, 1950)

Serie Escrituras

1983

barro cocido y acrílico sobre papel

112,8 x 77,2 cm

Nº inv. 841

Colección BBVA España



En muchas culturas la escritura y el dibujo han sido acciones íntimamente ligadas entre sí, por la búsqueda de destreza y elegancia en el trazo, que en algunos casos se convierte en arte. Pero en este caso la artista parece aludir a una escritura más arcaica, la vinculada al barro, que utiliza para dar forma a una serie de obras en las que la letra se convierte en objeto.

Las escrituras de Carmen Calvo se iniciaron en 1980, primero en formatos más reducidos en los que recurrió al
y la acuarela para crear unos grafismos ilegibles. Después introduce elementos cerámicos, que sujeta al soporte mediante alambre o hilo. En este caso, los cuerpos de barro están pegados sobre su propia sombra plana que la artista ha dibujado sobre el papel, y pueblan desordenadamente un espacio que comparten con otros signos pictóricos de colores vivos y luminosos.

Los signos de variado cromatismo que aparecen en esta serie —espirales, círculos, triángulos— recuerdan a Wassily Kandinsky (1866-1944), al que la artista ha homenajeado en varias ocasiones, como también lo ha hecho con Vincent van Gogh (1853-1890), Paul Klee (1879-1940) o Joan Miró (1893-1983).

Aquí se muestra evidente su pasión por la arqueología y el coleccionismo, por la tradición artesana que conoció en su ciudad natal.