Antonio Rodríguez Luna

(Montoro, Córdoba, 1910 – 1985)

Poros

1963

óleo sobre cartón

30,50 x 60 cm

Nº inv. CAB126

Colección BBVA México



Desde etapas tempranas, Antonio Rodríguez Luna insufló a su pintura una dimensión espiritual, que tradujo en composiciones expresionistas que tienden a lo abstracto sin renunciar por ello al vestigio de figura humana o al argumento, que con frecuencia reviste una intención de denuncia social: un rostro femenino, algún componente de naturaleza muerta (un pez, un florero, estos poros con limón partido), un funámbulo o un obrero transitando por la calle. 

El autor es parte de la generación desterrada por la guerra civil española y exiliada en México gracias a la política de asilo que sostuvo el presidente Lázaro Cárdenas. De España, Antonio Rodríguez Luna cultivó siempre la nostalgia, que en el lienzo se manifiesta mediante una estricta organización lineal, el apogeo de las sombras y la cimentación de la materia en texturas de tierra rugosa. En México impregna sus piezas la intensidad de una nueva vida.