Joan Miró

(Barcelona, 1893 – Palma de Mallorca, 1983)

Serie Mallorca

1973

Serie Mallorca

grabado (aguatinta y aguafuerte)

P05606 (70,3 x 86,1 cm) P05607 (72,5 x 89 cm) P05608 (70,3 x 86,9 cm) P05609 (72,5 x 89 cm)

Nº inv. P05606, P05607, P05608, P05609

Colección BBVA España


La obra gráfica de Joan Miró alcanza una gran relevancia en el conjunto de su producción. El autor se adentra en este campo en 1928 y, desde ese momento hasta el final de su vida, se convierte en un medio esencial para su experimentación plástica, consiguiendo resultados realmente insólitos. A lo largo de su trayectoria investiga las posibilidades de esta técnica con la intención de llegar a una reformulación contemporánea del grabado tradicional. Así, se sirve de procedimientos calcográficos, como el
o el
, para crear obras de gran expresividad que representan sus célebres universos cósmicos, en los que combina la rotunda gestualidad del trazo negro con la animada ingravidez del color.

Tales rasgos se evidencian en la Serie Mallorca, una de las más destacadas de su carrera. Miró la lleva a cabo en 1973, el mismo año que produce la Serie Barcelona. Estos conjuntos son una muestra del vínculo de Miró con ambas localidades: Barcelona, su ciudad natal y Mallorca, destino en el que se establece en 1940 y donde residirá durante largas temporadas hasta el final de su vida. 

La Serie Mallorca adquiere cierto carácter excepcional, ya que solo existen diez carpetas completas en todo el mundo, una de las cuales pertenece a los fondos de la Colección BBVA. De ella forman parte estas cuatro piezas. Su importancia radica en que Miró estampa el color y los negros por separado, como se suele hacer en el trabajo calcográfico. Sin embargo, al numerar y firmar cada una, da a entender que no las considera un simple paso de un proceso, sino como ilustraciones definitivas;  es decir, les confiere categoría de grabado. De este modo, integran el conjunto treinta y seis papeles, nueve con el grabado en negro y en color, nueve con la impresión sólo en negro, nueve con la estampa exclusivamente en color y finalmente nueve en los que imprime la imagen en negativo. 

La serie entera se consagra como una de las más valiosas, tanto por el carácter exclusivo ya mencionado como por la singularidad de su propósito didáctico: exponer de manera independiente los distintos estados del proceso de un grabado, permitiendo comprender la complejidad de dicha técnica y al mismo tiempo explorar en profundidad el personal lenguaje abstracto del artista.