El estilo de Bertuchi se caracteriza por la captación del ambiente y los tipos marroquíes, desde sus primeros contactos con el país hasta su instalación definitiva en el mismo, momento en el que las escenas de la vida diaria van siendo el motivo recurrente de sus obras.

Su pintura capta la vibración de una atmósfera inundada de luz, en la que se presta especial atención a sus efectos sobre la arquitectura y los personajes, con un co­lorido muy cálido, y una materia den­sa que empasta toda la superficie de la tabla.

Esta obra, realizada seguramente en los años cuarenta, quizá por encargo de alguna institución financiera, tiene como motivo el ahorro familiar. La alcancía de gran tamaño en la que el niño va a depositar su moneda y las cartillas de la Caja Postal que portan en sus manos tanto el niño como la mujer hacen pensar en una campaña propagandística destinada a este fin.

La arquitectura en la que se desarrolla la escena, de estilo árabe pero de carácter seguramente colonial, en un patio con naranjos y limoneros, aparece en otras obras del artista, representando en alguna ocasión una madraza —o escuela coránica— para estudiantes jóvenes.