Manuel Bouzo

(Orense, 1946)

Mapa de la ausencia IV: Albertine disparue

1990

técnica mixta (acrílico y lápiz) sobre lienzo

179,8 x 140 cm

Nº inv. 4066

Colección BBVA España


En la novela de Marcel Proust, Albertine disparue, el protagonista manifiesta su dolor ante la marcha de su amada. No tenerla cerca le produce un enorme vacío. La ausencia de las pequeñas cosas cotidianas causa un pesar que solo el olvido y el tiempo pueden mitigar.

Desarrolla una obra que podríamos calificar como
. Austeros espacios de color inundan sus cuadros, pinturas como sueños. La deuda colorista tiene influencia en el lirismo cromático rothkiano. Además asimila otras enseñanzas como el
, e incluso el
.

Es común en sus obras la presencia de elementos cotidianos, de utensilios que se enfrentan a la abstracción que domina el resto del cuadro. Estos objetos adquieren un protagonismo que no tienen en la vida cotidiana. Por ello resultan chocantes y paradójicos, fruto del sentido del humor del artista.

Bouzo comienza a guardar todo tipo imágenes que llaman su atención, las recorta y las pega en cuadernos. Esas imágenes luego se convertirán en fuente de inspiración coincidiendo con su llegada a Madrid en 1988, cuando empieza a introducir objetos pintados en sus cuadros. Esta obra supone una transición en el uso de estos objetos pintados, ya que a partir de entonces la aparición de imágenes fragmentadas será más evidente.

Dolor, soledad, conmoción, el vacío producido por la falta de un amor que se marchó y cuyo recuerdo doloroso invade la mente hasta que el tiempo lo difumina. Elementos cotidianos inadvertidos en el día a día, pero que se convierten en los más añorados cuando no están.

Esto es lo que muestra este lienzo a través de un campo extenso de matices negros interrumpido por una pequeña ventana con un mortero. Representa la fuerza de la memoria, un objeto del día a día que refuerza el vacío de la costumbre y de lo íntimo.