Paloma Peláez

(Zamora, 1958)

Memoria I

1989

técnica mixta sobre lienzo

163 x 130,4 cm

Nº inv. 4148

Colección BBVA España


En este curioso lienzo, queda muy latente la experiencia de lo vivido a partir de un decisivo viaje que la artista realizó a Roma en el año 1988.

Las obras de Paloma Peláez se caracterizan por una excepcional delicadeza en el uso del color y un marcado lirismo, reflejo de los sentimientos que desea transmitir. Por ello, no existe homogeneidad en los objetos que introduce en sus composiciones. Cada elemento es único y responde a una idea concreta. Mediante una técnica preciosista, dota a cada trazo, dibujo o pieza, del protagonismo que le ha asignado en la composición.

En este paisaje hay algo de pintura pompeyana, que debió de influirle decisivamente durante su estancia en la capital italiana. Prácticamente toda la superficie del lienzo se cubre con una gama de colores terrosos que remiten a los tonos presentes en los suelos volcánicos. La figurita de madera, toscamente tallada y adherida al soporte, bien podría relacionarse con un
que se ofrece a la ciudad arrasada para que no caiga en el olvido.

En la parte superior del lienzo, enmarcado, se representa un cuadro dentro del cuadro, recurso bastante habitual en la pintura pompeyana. Una ventana abierta a un mundo imaginario creado por la artista, que obliga al espectador a concentrar su atención en un horizonte de arquitecturas clásicas, templos con columnas y esculturas que parecen estar suspendidas en el aire o sumergidas en una sustancia etérea, como si fueran a diluirse y desaparecer. El presente y el pasado de una ciudad engullida por la naturaleza; una ciudad recreada en la memoria y la invención de la artista.