Desde muy joven, siendo todavía bachiller, esta artista oscense presenta sus trabajos pictóricos. A comienzos de los setenta se traslada a Barcelona, donde estudia grabado, pintura mural y fotografía, y posteriormente se licencia en la Facultad de Bellas Artes de San Jorge.

Su obra responde a un proyecto multidisciplinar donde conjuga textos, vídeos, fotografía, vestuario y pintura, utilizando siempre esta última como soporte principal de todas sus obras.

Interesada por el mundo de la imagen, quiere compaginar la apariencia estática de la pintura con el dinamismo que aportan el cine y la fotografía. Este lienzo responde a su doble carácter, por un lado es velo que cubre pero deja traspasar la luz, y por otro es pantalla donde se proyectan las imágenes. El cuadrado central luminoso se expande hacia los lados extendiéndose hacia la oscuridad de los bordes. Su inmaterialidad responde a una abstracción radical.

El tránsito es un tema preferente en la obra de esta artista; tránsito que sobre todo es del tiempo, el tiempo que únicamente puede pintarse prolongando nuestra observación del cuadro. Por ello dedica esta serie al Zeitgeist, el espíritu del Tiempo.