Xesús Vázquez

(Orense, 1946)

Dachau

1991

acrílico y óleo sobre lienzo

162,1 x 129,8 cm

Nº inv. 4173

Colección BBVA España


La tranquilidad asociada con la hora del té se tensa en esta obra con la presencia de un fondo rojo, a modo de manchas sangrientas, y el nombre de un campo de concentración nazi, Dachau.

Xesus Vázquez comienza su carrera dentro de la abstracción. Es a mediados de los ochenta cuando su obra bascula hacia la figuración y en 1989 inicia su serie Batallas, a la que pertenece Dachau, cuando, en medio de una relativa paz mundial empieza a fraguarse la que se convertirá en la primera guerra del Golfo. Para el artista fue “como una especie de letanía que mencionara, a modo de huella de memoria, el mal absoluto”.

En esta obra el mal recuerdo le trae a la memoria las catástrofes de la Segunda Guerra Mundial y los campos de concentración nazis. Dachau fue uno de tantos, situado cerca del pueblo de mismo nombre, al norte de Múnich, en Baviera.

El entorno de sus obras hace referencia a espacios no concretos que envuelven la composición. Un fondo de manchas rojas coronado por la palabra Dachau, escrita del revés con una tipografía como pixelada, como hecha por ordenador, algo común en las obras de esta serie. También lo es el uso de símbolos inventados, en este caso una especie de trenza azul que sube por el cuadro.

El centro lo ocupa una bandeja con varias teteras, reducidas a simples líneas blancas, construidas en el vacío. Esta escena intimista y familiar, que choca frontalmente con la realidad de los campos de concentración, es para el artista una representación de lo que él denomina un “engañoso bien absoluto, porque es precisamente en el hogar donde, desde la infancia, se establece el sistema de tabúes y de represión radical, la enseñanza de leyes y normas que nos permitirá ser seres sociales”.