Luis Claramunt

(Barcelona, 1951 – Zarautz, Gipuzkoa, 2000)

Sin título

1988

óleo sobre lienzo

200 x 160 cm

Nº inv. 5271

Colección BBVA España


Pintado desde una perspectiva expresionista, en este lienzo el artista da rienda suelta a los procedimientos del
.
 
De formación autodidacta, fue miembro activo dentro de su generación, pero alejado de las iniciativas experimentales que en esos momentos se fraguaban en su entorno. En lugar de buscar referentes a su alrededor, se centra en la pintura, a la que se acerca con un lenguaje expresionista que convierte en vehículo para plasmar su concepto dramático de la realidad.
 
A finales de la década de los años ochenta su obra se va haciendo más personal. Caracterizada por esa tensión entre el color y el dibujo, entre el caos y el orden. Es en esta época cuando sus lienzos se liberan de la imagen y la abstracción automática invade la superficie. Mediante el automatismo convierte la estructura del cuadro en verdadera esencia de su obra.
 
En esta composición Claramunt utiliza el lienzo como fondo de la obra, en un juego que nos aproxima al surrealismo francés de André Masson (1896-1987) en Caballos atacados por peces. Líneas sinuosas, formas ovales, pequeños punteados y golpes frontales con pincel configuran este tramado de impulsos anímicos que el artista reduce cromáticamente a una gama terrosa y rojiza que recuerda la utilizada en su etapa anterior de tauromaquias y ambientes marroquíes, ese albero sevillano o la arena de ese desierto africano.