Aurelio Arteta y Errasti

(Bilbao, 1879 – Ciudad de México, 1940)

La Pereza y el Trabajo

h. 1909-1910

óleo sobre lienzo

129 x 160,5 cm

Nº inv. P00381

Colección BBVA España



El proceso de modernización de la pintura vasca durante las primeras décadas del siglo XX supuso la asimilación de nuevos lenguajes en conexión con el ambiente europeo. En este contexto, la influencia de la estética simbolista jugó un importante papel, ofreciendo una vía plástica novedosa a los artistas que, como Aurelio Arteta, emprendieron la renovación del panorama artístico local.

Gracias a una pensión otorgada por la Diputación de Vizcaya, entre 1902 y 1906 Arteta pudo pasar temporadas en Francia, Bélgica e Italia; esas estancias le permitieron familiarizarse con el posimpresionismo y el divisionismo, cuyos ecos se advierten en este lienzo, realizado poco después. De pincelada muy suelta y colores saturados, muestra, a plena luz del sol, el contraste entre la actividad de la figura masculina –con el torso desnudo y cargando a la espalda una gran paca de heno− y la lasitud de la mujer, sentada plácidamente sobre la rama de un árbol.

La diferencia en el tratamiento de ambas figuras acentúa la oposición entre sus respectivas actitudes de dinamismo y languidez. En la ejecución, un modelado vigoroso en el caso del hombre hace patente su esfuerzo y energía, mientras que la configuración de carácter más sintético de la mujer enfatiza su estatismo y su naturaleza casi etérea. También el color, tonos cálidos él y fríos ella, resalta el contraste alegórico al que alude el título.

A través de esta antítesis, y muy en consonancia con la sensibilidad simbolista finisecular, Arteta pretende establecer una relación entre lo material y lo espiritual. El hombre queda despojado de toda psicología para personificar el trabajo físico y, en contraposición, la mujer transmite una sensación de evasión, encarnando lo subjetivo, como si quisiera reflejar el estado de su alma.