Círculo de Andrea del Sarto (1486 – 1530)   

Esta Madonna es un magnífico ejemplo de lo que se pintaba en Florencia a comienzos del siglo XVI en la órbita de Andrea del Sarto (1486-1530). Mientras que la composición de la figura del Niño nos recuerda a lo que pintará su discípulo Jacopo Pontormo (1494-1557), la de la Virgen, con su mirada melancólica y su perfil clásico, está en deuda con Rafael (1483-1520), tan presente en el arte de Andrea.

El colorido de la escena y la soltura de las formas confirman que esta composición ha superado la rigidez que caracterizó el arte italiano del siglo XV.

Cabe destacar la profundidad que se percibe en el volumen del cuerpo de la Virgen, acentuado por los pliegues de su túnica, en cuyo borde se aprecia una inscripción en letras de oro medio borradas, en la que, gracias a la restauración, se puede leer la fecha de realización de la obra: “1508”. La figura del Niño logra su movimiento mediante la disposición del rostro, que gira hacia el espectador, mientras que el cuerpo se orienta hacia su madre; el velo blanco, que se repite en ambos personajes, crea un movimiento de formas que contrasta con el carácter plano del fondo.