El título con el que el lienzo constaba en los inventarios (Niña ) fue precisado por los descendientes del pintor como Napolitana, obra realizada por el artista durante su estancia en Italia, en la línea de las composiciones que llevó a cabo sobre la campiña romana, una de las cuales recibió en 1891 una medalla de oro.

Ejemplo de la predilección de los pintores valencianos por los motivos de niños, muestra la in­fluencia de los maestros del artista, Lorenzo Ca­­sanova (1844-1900) y, especialmente, Casto Plasencia (1846-1890), así como de Ignacio Pinazo (1849-1916) en la actitud y en la composición. Con­­sigue captar en la figura, dibujada con pre­cisión, una gracia suavemente melancólica, acorde con la factura acabada y el color tem­pe­rado, propios de la pintura bucólica que había triunfado en Francia y que tuvo su auge en Es­paña poco antes de 1890.

Se representa con cierta monumentalidad la figura de espaldas, en contraposto, destacando sobre un paisaje cuyo horizonte se sitúa hacia la mitad del lienzo. Los colores utilizados son suaves, por lo que no contrastan en exceso los complementarios verde y rojo tan utilizados por el artista.

Al dorso del lienzo está pintado el boceto de una cabeza de niño.