Daniel Vázquez Díaz

(Nerva, Huelva, 1882 – Madrid, 1969)

Obras del autor
XIX-XX Español

Daniel Vázquez Díaz nace el 15 de enero de 1882 en la actual Nerva (Huelva). En 1897 inicia su formación artística en Sevilla y se introduce en el ambiente cultural de la ciudad, recibiendo clases nocturnas de pintura y dibujo en el Ateneo a la vez que estudia en la Escuela Oficial de Comercio. De esta manera descubre que para él el arte era mucho más que una afición.

Fiel seguidor de la producción del Greco (1541-1614), Zurbarán (1598-1664) y Sorolla (1863-1923), en 1903 se traslada a Madrid para comenzar su trayectoria profesional como artista. No logra ingresar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y aborda un aprendizaje autodidacta visitando el Museo del Prado y realizando copias de los grandes maestros. Entra en contacto con importantes personajes del mundo del arte del momento, como Juan Gris (1887-1927) o Darío de Regoyos (1857-1913). Participa en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de 1904 y de 1906, año en el que obtiene una Mención Honorífica.

En 1906 se instala en París; allí se impregna del espíritu de las vanguardias, principalmente del
, que será fundamental para la configuración de su propio lenguaje plástico. Durante su estancia en la capital francesa fragua amistad con artistas como Picasso (1881-1973), Braque (1882-1963) o Modigliani (1884-1920), al igual que con los pintores españoles residentes en la ciudad, especialmente vascos, agrupados en torno al escultor Paco Durrio (1868-1940). Un año después de su llegada a París, participa por primera vez en el Salon d'Automne, y en 1909 en el
, certámenes a los que fue asiduo hasta su suspensión con el estallido de la Primera Guerra Mundial.

Poco a poco su nombre alcanza protagonismo y a partir de 1910 inicia su carrera como ilustrador en diversas revistas, a la vez que aumenta su actividad expositiva y sus obras son admitidas en varias ocasiones en el Salon National des Beaux Arts de la capital francesa.

En 1918 se establece definitivamente en Madrid y celebra una individual en el Salón Lacoste, muestra que provoca el rechazo de parte de la crítica de arte del país, pero es muy bien recibida por el sector más moderno. Esta polémica anima a Vázquez Díaz a continuar por el camino de la innovación, y comienza a vincularse con la Residencia de Estudiantes. Dos años más tarde participa en la
, poniendo de manifiesto la importante relación del artista con la pintura vasca, muy receptiva ante los nuevos planteamientos formales.

En 1921 organiza una exposición en el Museo de Arte Moderno de Madrid junto a su esposa, la escultora danesa Eva Aggerholm (1879-1959), y es a partir de este momento cuando se convierte en máximo exponente de la renovación pictórica en España.

Entre 1922 y 1923 realiza un viaje por Portugal, exponiendo en Lisboa, Oporto y Coimbra. Allí entra en contacto con el grupo de futuristas del país, y descubre el color y la luz local, que refleja en su producción. De su estancia surgen las series Ventanas de Portugal y Escenas de Portugal, piezas de carácter muy luminista.

En 1925 firma el Manifiesto de la
, aunque finalmente no expone con ellos. Abre un taller en Madrid, en el que se formarán importantes alumnos. En este momento ya está pensando en el proyecto de decoración del Monasterio de la Rábida, trabajo que comienza en abril de 1930 y que supone su consagración definitiva.

Con el estallido de la Guerra Civil en 1936 su actividad se ve interrumpida. Centrado en la enseñanza, el pintor permanece en la capital, donde parte de su obra será custodiada hasta 1939.

Desde la década de los cuarenta hasta los sesenta aumenta su participación en prestigiosas exposiciones, tanto nacionales como internacionales. A su vez, su labor docente contribuye a la difusión del
entre las nuevas generaciones de artistas españoles, teniendo como alumnos a José Caballero (1915-1991), Rafael Canogar (1935) o Salvador Dalí (1904-1989).

Durante sus últimos años de vida publica sus memorias en el diario ABC y en 1968 es nombrado académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Fallece el 17 de marzo de 1969, cinco días después de recibir un homenaje en Huelva como reconocimiento a toda su trayectoria.